El gremio de médicos y profesionales de la salud convocó a un congreso de delegados nuevamente, que tendrá lugares este viernes, a fines de evaluar el plan de lucha a seguir en medio de la incertidumbre por las negociaciones salariales que todavía no comenzaron para el sector. Generalmente arrancan cuando la Gobernación cierra aumentos con docentes y estatales, pero esta vez iba a ser diferente y hasta había un encuentro pautado para esta semana, más precisamente el día miércoles, que fue suspendido a último momento.
Eso no gustó a las bases, que vienen de un 2014 a puro conflicto, con una importante cantidad de paros en los hospitales públicos y protestas en casi toda la provincia, sobre todo durante el primer semestre de ese año. En este 2015 consiguieron un aumento a cuenta de la paritaria anual para transitar estos primeros meses, pero no fue suficiente para que quedaran todos conformes.
Por el contrario, los médicos habían solicitado -como el grueso de todos los empleados públicos- que la paritaria empezara a fines del año pasado y un aguinaldo adicional para el mes de diciembre. Algo que el sciolismo rechazó de plano desde el comienzo en voz de los ministros Silvina Batakis (Economía), Oscar Cuartango (Trabajo) e incluso Alberto Pérez (Jefe de Gabinete).
Es comprensible que haya desánimo en la CICOP, principalmente porque en 2014, si hubo reclamos tan contundentes, fue por razones inexpugnables. La inflación superó el 30 por ciento, de acuerdo a todas las mediciones públicas y privadas alternativas a la oficial del INDEC, y los aumentos para los hombres del área sanitaria terminó por debajo de esa cifra.
"Nos dijeron que la reunión se suspendía porque no tenían oferta para hacernos. No tenemos nueva fecha de paritaria", explicó el Presidente del sindicato, Fernando Corsiglia.
"Esto nos produce un gran disgusto porque el Gobierno se había comprometido en el último acuerdo a comenzar a discutir salarios esta semana", agregó el dirigente gremial.
En la CICOP, por otro lado, consideran que es prematuro hablar de números y porcentajes. Pero calientan la previa anunciando que seguramente pedirán subas del 40 por ciento, más algunas de sus demandas más características, entre ellas la designación de nuevos cargos y bonificaciones especiales para algunas categorías, por nombrar sólo dos.
Lo cierto es que no descartan la realización de paros en el corto plazo, configurando un panorama peligroso para calle 6.
Eso último viene a colación por la medida de fuerza que prepara, en paralelo, el gremio ATE para el día de 2 de marzo, cuando tenga que iniciar el ciclo lectivo en las escuelas públicas. Esto significa que si no hay acuerdos con los trabajadores enrolados en la Ley 10.340 y tampoco avanzan las negociaciones con los docentes, esa fecha sería complicada si todos los sectores unifican sus calendarios.
Como en otras oportunidades, los funcionarios de Daniel Scioli necesitarán una cuota de pulso y diplomacia para evitar esa postal en año electoral.
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